Cerrar los ojos y viajar
entre piedras, serpientes,
masticando los silencios del tiempo
y el espacio del abismo.
Interpretar el sueño,
acariciar la mano del niño,
que un día fue,
el viento que descansa en la lágrima
que hoy,
evapora un suspiro.
Encontrar el perdón
en el olvido
que nocturno abriga
el desconcierto;
Descubrir en los años
la experiencia
que castiga con arena
los desiertos.
Esperar que manen de mis manos
pechos,
mañanas de hambre y
sudor,
cuerpos rotos de hacerse
el amor
y espaldas ávidas de saliva
e intimidad.
Romper el muro negro,
subir,
y en la cima
gritar,
besar unos labios invisibles
que mueren
donde nacen
las mareas;
lanzarse al vacío
de la tranquilidad y el estímulo
que ofrece la música
al batir de sus notas.
Concilio esta noche
la cobardía de la culpabilidad
con el infame dolor
de no sentir nada.
Abrir los ojos,
respirar aire fresco,
digerir el veneno en ayunas
y ver brotar de tus manos
agua.
Agua de limón.
«…Concilio esta noche
la cobardía de la culpabilidad
con el infame dolor
de no sentir nada…» Me quedo aquí … un placer leerte !!!
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Es mutuo el placer…😊
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¡Extraordinario!… todo un placer leerte
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El placer es verte por aquí leyendo…mil gracias.
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