Tan fácil como fotocopiar el corazón en color y grabarlo en algún pecho.
Tan fácil como saber con quien despertar
y con quien nunca soñar.
Tan fácil como escapar de las sonrisas tristes de Instagram.
Tan fácil como besar las arrugas de tu piel, y acariciar las heridas de tu cuerpo.
Tan fácil como alquilar un instante
de serotonina en una red social.
Tan fácil como caer en el suicidio
de la soledad.
Tan fácil como viajar al nudo
de tu espina dorsal
y hacerte temblar sin la red
de una piel de gallina.
Tan fácil como perder siendo segundo
y dejar tu miedo en el asfalto.
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Abriré bien mis brazos sin miedo a perder
Que no hay peso ni soga que amarren mis pies
Volaré, volaré, volaré