Al abrigo del desconcierto.

Aquí estoy.
Mezcla de algunos besos, versos y muchos traumas.
Entrelazando las ganas con las redes que soportan los miedos.

Aquí estoy.
Susurrando al oído de los acantilados
que nunca debió suceder,
que ya de nada sirve el lamento entre las lágrimas de sal.

Es éste un mensaje positivo que mató a la desolación.
Un mensaje de ánimo,
desterrando el desdén que un día tuvimos,
cuando nuestras manos ya solo se tocaban
por mensajes de texto.

Aquí estoy.
Al abrigo de un desconcierto,
de hormigas y humo,
de almendras y vigas secas de cemento en el pecho.

Aquí estoy.
Envolviendo mis pies en desiertos de frio,
esperando que los tuyos tengan buen viaje.

Aquí estoy
Masticando las piedras del viento,
mientras pienso si éste es
el camino de regreso.
Hay algo sobrenatural,
hay algo retorcido.
Hay veces,
no muchas ni tampoco pocas
que pienso en ti.

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